Por: Yolanda Wong Baldiris
Recientemente visité la Plaza de Toros, experimenté una agradable sensación, la visualicé como un gran “conciertódromo” la soñé imponente, remodelada, autónoma en su economía, con infraestructura sólida, segura y acondicionada.Y me convencí de que así es como se merece estar este histórico e imponente lugar de Cartagena.
No dudé en imaginar este espacio donde salseros y champeteros se unan, un palacio de la industria musical que no tenga nada que envidiar a los demás y se convierta en una muy buena opción para grandes conciertos en Cartagena.
Me imagino una Plaza de Toros donde se mezclen los sonidos de las potentes máquinas picoteras como El Rey de Rocha y El Imperio, con los de El Conde, Koreano, Guajiro, entre otros, una plaza de todos y para todos, porque si hay algo que nos une y destaca a los costeños es ese sabor caribe y tropical.
No es un secreto que nuestra Cartagena carece de este tipo de escenarios a pesar de tener grandes representantes de la Champeta y ser un epicentro de cultura caribe, embajadores del sabor y la alegría.Tenemos sobretodo mucho por lo que sacar pecho, somos escencia caribe, creo que Cartagena se merece ya un centro para el arte.
Cómo no revivir a través de fotos e historias que me cuentan conocidos esos años cuando se celebraba el Festival de Música del Caribe, donde todos se concentraban en un solo lugar, no existía clase social, solo las ganas de disfrutar de muy buena música y me pregunto…¿Por qué no volver a esos días, por qué no volver a soñar con eso?…
Agrupaciones y solistas de talla internacional como Freddy Mc Gregor, Arrow, Coupe Clue, Max Cilla, Daikiri, Orquesta Original de Manzanillo, La Familia André, Ramón Orlando Valoy, Israel Cachao, entre otros, combinados con nuevos talentos locales como Anne Swing, Kussima, Elio Boom, Inéditos de Colombia, Los Hijos del Sol, Arena Caliente, Nando Pérez, Juan Carlos Coronel con El Nene y Sus Traviesos entre otros ponían a gozar a los asistentes durante los días del festival, primero en la Plaza de La Serrezuela y luego en La Monumental Plaza de Toros en un ambiente que mezclaba sin problemas a gente de barrios populares con los más encopetados de Cartagena.
Junto al Festival se consolidaron eventos alternos que se realizaban dentro del marco del mismo pero con vida propia como “El Picotódromo” en el Parque de La Marina, “El Rumbódromo” en la Avenida Santander, que ayudaron a convertir a Cartagena en la meca musical del Caribe durante esos años maravillosos, de la mano de personajes de la ciudad como Antonio “El Mono” Escobar, el maestro Alejandro Obregón.
También sé que nuestra linda plaza fue testigo de peleas de títulos mundiales de boxeo entre Kid Pambelé y Rocky Valdés, las filas para entrar eran eternas y la plaza vibraba de emoción con el triunfo de los campeones colombianos.
La Plaza de Toros fue en ese momento lo que es hoy el AmericaAerline Arena, en Miami, un majestuoso escenario donde se conjugan perfectamente el deporte y la cultura musical, es un sitio donde se han presentado unos de los más importantes artistas, es y ha sido mi inspiración para soñarlo aquí en esta hermosa ciudad.
Amigos y amigas me cuentan que cuando hacían este Festival venían turistas de toda Colombia y de otros países, dejando a la ciudad muchos beneficios económicos tanto para el turismo formal hasta para los que vivían del “rebusque”.
Quizá por eso quienes lo conocieron lamentan su desaparición y añoran tanto aquellas épocas, hoy día los conciertos en la ciudad se han reducido a uno o dos grandes por año y llenarlos es una verdadera odisea para los empresarios quienes ya no ven a Cartagena como plaza atractiva para espectáculos de alto calibre.
The post Plaza de Toros, centro cultural y “conciertodromo” appeared first on Mundo Noticias.