Las próximas elecciones en Bucaramanga se convertirán en un pulso para saber si la ciudad avanza en la lucha contra la corrupción o si retrocede y le otorga el poder a los de siempre. Por eso, es una pésima noticia que el excongresista Fredy Anaya haya anunciado esta semana que aspira a ser alcalde de nuestra ciudad. Hay tres razones para llegar a esta conclusión.
En primer lugar, Anaya es un ejemplo de la politiquería que tiene hastiados a los ciudadanos. Basta leer la oportuna denuncia de La Silla Vacía para comprobar de qué está hecho este precandidato: en el Club Unión citó a funcionarios y contratistas de la Cdmb a una reunión de carácter político, pese a que la ley prohíbe que los funcionarios participen en actos proselitistas. Se trata de una típica maniobra de alguien que intenta burlar las normas. Si es así de precandidato, ¿cómo será al frente de la Alcaldía?
En segundo lugar, desde hace muchos años hay serias sospechas de cómo Anaya ha construido su carrera, mezclando presuntamente sus intereses particulares con los recursos públicos. Si bien es cierto que no ha sido condenado por la justicia, todos en Bucaramanga comentan su fortuna y la forma en que ha movido sus fichas en la Cdmb o en la Empas. Es evidente que él entiende la política como el arte de hacer negocios.
También hay muchas inquietudes por una declaración que dio en su momento el jefe paramilitar ‘Ernesto Báez’, que señaló a Anaya de ser un “aliado” de las autodefensas. Como en Santander pasa de todo y al final nunca pasa nada, esa declaración se quedó ahí. En otras regiones del país, los testimonios de los ‘paras’ sirvieron para abrir investigaciones por parapolítica y hay condenas en firme.
En tercer lugar, hay que medir los pasos de Anaya y calcular bien qué es lo que pretende. Hace ocho años, cuando se lanzó Lucho Bohórquez, fue candidato a nombre de la llamada Unidad Social por Bucaramanga. Al final, se unió a la maquinaria liberal de Lucho y tuvo mucho poder en la burocracia local.
En estos días, Anaya hizo un llamado para que lo respalden. Ojalá la respuesta sea un no rotundo a esta mala opción que, sin duda, retrocedería a la ciudad.
Dato de cierre: Los parques se llenarán de consumidores de droga, por la insólita decisión de la Corte Constitucional.
Yesid Lancheros
Fuente: Vanguardia