En un verdadero dolor de cabeza para los últimos alcaldes de Cartagena se ha convertido el traslado de la cárcel de mujeres San Diego, ya que a donde han intentado llevarla, sus vecinos no la quieren.
Es la segunda vez en menos de un año que el Distrito intenta reubicar el penal, para darles una mayor tranquilidad y seguridad a las internas, a raíz del grave problema de deterioro estructural que tiene el edificio, donde funciona hace varias décadas la cárcel.
En esta ocasión no ha sido la excepción, ya que los residentes al lugar como también algunos empresarios, en una zona de conurbación con Turbaco se oponen rotundamente a tener cerca a ellos, esta penitenciaría porque se les acabaría la tranquilidad. La semana pasada realizaron bloqueos para llamar la atención e impedir este procedimiento.
El año pasado igual decisión adoptaron las comunidades aledañas al antiguo colegio Caribe Real de Ternera, después de enterarse que el Distrito ya había firmado un contrato para trasladar la cárcel de mujeres San Diego para esa zona de la ciudad, lo cual también provocó protestas y bloqueos de vías por parte de los residentes en ese sector de la ciudad.
El alcalde Pedrito Pereira Caballero ha buscado por todos los medios lograr este cometido, atendiendo un fallo judicial que se produjo hace más de 10 años y el ultimátum que le dio la Procuraduría General de la Nación para que traslade cuanto antes al personal de internas.
El mandatario distrital le solicitó de manera respetuosa a su similar de Turbaco, le expida licencia de construcción a un edificio ubicado en la zona de conurbación con Cartagena, el cual cuenta con el visto bueno del Inpec y del Uspec.
La petición se hizo hace unos días y solo se está a la espera del visto bueno, dijo a Mundo Noticias el secretario del Interior de Cartagena José Carlos Puello.
El funcionario aseguró que la semana pasada fueron trasladadas 5 internas que estaban condenadas por diversos delitos y se espera que en esta semana continúen los mismos, para ir evacuando la cárcel de San Diego.
Manifestó que en la actualidad hay aproximadamente unas 150 internas recluidas en la vieja edificación y 15 de ellas en cada una de las celdas con que cuenta, las cuales son amplias y todas ubicadas en el primer piso, ya que la segunda planta fue cerrada.
En estos momentos no están recibiendo más internas, lo que obliga al traslado a otras cárceles del país, de las mujeres que son privadas de la libertad aquí en la ciudad de Cartagena.
El alcalde le dijo a los propietarios de los establecimientos alrededor “que es una cárcel de mínima de seguridad, y que las internas no son únicamente del Distrito, sino que hay de otras partes del país, en el caso de Turbaco, hay 15 reclusas que son de ese municipio”.
“Pedimos colaboración al municipio de Turbaco y a la comunidad. Es un tema de mínima seguridad, ya en Turbaco funciona Asomenores, que está muy cerca a la plaza y en el área urbana, y ahora este inmueble que está cerca a Cartagena no va a representar ningún tipo de riesgo. Es el primer inmueble que en muchos años reúne los requisitos del Inpec y Uspec, que ya dieron visto bueno y las adecuaciones que requiere son mínimas, y más que adecuarle hay que quitarle, y hacer el traslado lo más pronto”, afirmó el Alcalde.
La cárcel de mujeres ha venido funcionando en el Centro Histórico de Cartagena sin ningún tipo de problemas, y ha tenido de vecinos a la Escuela de Bellas Artes hoy Unibac, hoteles, restaurantes, almacenes Exito y ahora la restaurada Plaza de La Serrezuela, donde un grupo de empresarios le invirtieron más de 300 mil millones de pesos y será inaugurada este 28 de junio.
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