Una vez elegido y posesionado William Dau Chamat el primero de enero del presente año como alcalde de Cartagena de Indias, era previsible que las relaciones con diferentes actores estratégicos de la ciudad no fluirían de la mejor manera, comenzando por el Concejo Distrital, dada las diferencias manifiestas con la mayoría de los miembros de la corporación edilicia, lo cual se ha hecho más notorio y profundizado en los últimos días, donde el alcalde Dau en publicaciones por las redes sociales ha hecho señalamientos indicando que el concejo trata de entorpecer el desarrollo de las actividades en las diferentes dependencias de la administración, haciendo citaciones a los secretarios de despacho y solicitando información en físico, cuando bien se pueden obtener en la paginas oficiales de la alcaldía, indicando que todo ello se genera como retaliación por no acceder a dar OPS.
Lo que estamos apreciando es un permanente rifirrafe entre el mandatario y la mayoría de los concejales, situación que tiende a agudizarse con consecuencias imprevisibles para la ciudad.
Ante un panorama oscuro y una ciudadanía que clama urgentemente para que haya acciones de gobierno y soluciones a los múltiples problemas que afronta la ciudad, el peor escenario es que tanto el ejecutivo como la corporación edilicia sigan enfrascados en unas disputas estériles que no contribuyen a sacar adelante la ciudad que todos dicen querer. Aquí no se trata de quien gana el pulso, de seguir así las cosas, con el tiempo nos daremos cuenta que todos hemos sido perdedores, principalmente la población más pobre y vulnerable, por ello se hace necesario superar las diferencias sin claudicar en los principios y valores que deben guiar a la administración, donde la lucha contra la corrupción tiene que seguir de manera sostenida.
Ahora bien, como principio para allanar las diferencias manifiestas, debemos comenzar por mantener un trato respetuoso entre el alcalde, funcionarios, asesores de la administración y concejales, teniendo en cuenta que todos representan sectores de nuestra sociedad y en lo pertinente obedecen a una escogencia popular, así no se comulgue por la forma como algunos lograron la credencial que hoy ostentan.
Lo que está en juego no es de poca monta y requiere de sensatez y sabiduría, para poner los intereses de la ciudad por encima de intereses personales o de pequeños grupos, entendiendo la responsabilidad que a cada uno de los actores les asiste.
Como quiera que se tiene una situación antagónica y hasta cierto punto hoy irreconciliable entre el ente edilicio y la administración distrital, es necesario buscar alternativas que permita superar las diferencias existentes sin que ello signifique de ninguna manera establecer unas relaciones de tipo clientelar bajo la premisa de “que me das a cambio de lo que yo te apoyo o apruebo”, las nuevas relaciones deben construirse y consolidarse a partir del conocimiento, del debate con altura, teniendo como premisa básica el respeto mutuo que cada uno se merece, para así generar confianza y poder trabajar armónicamente por el bien de la ciudad.
Dada las circunstancias que se están presentando y con el ánimo de superar los enfrentamientos ineficaces (Concejo – Administración Distrital), nos permitimos hacer un llamado a la cordura y sensatez, buscando puntos de coincidencias para lo cual nos permitimos sugerir la conformación de un triunvirato, que hemos denominado “Facilitadores de entendimiento”, conformado por un representante designado por cada una de las partes, bajo el liderazgo de un ciudadano que genere confianza y credibilidad a los involucrados, cuya misión fundamental será explorar formulas y limar asperezas conducentes a un entendimiento respetuoso y constructivo.
En concordancia con lo señalado, indicamos con el mayor respeto y consideración que tal un facilitador o mediador como el Padre Rafael Castillo Torres más los designados por el concejo y la administración.
En ese mismo sentido ahora que la administración distrital ha comenzado unos talleres sobre Planeación Estratégica, con el acompañamiento de la Escuela Superior de Administración Pública (Esap), porque no hacer partícipe de estos a los miembros del concejo distrital; sería una oportunidad para desde el compartir conocimiento en las mismas mesas, empezar a construir unas relaciones mucho más productivas, ya que de seguir como vamos en lugar de conducir la ciudad por la ruta del progreso, seguiremos sumergido en un mar donde todos seremos perdedores.
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