El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha lanzado una advertencia sobre una posible conspiración para derrocarlo de su cargo, después de que un coronel retirado de la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados (Acore) manifestara su desprecio hacia él y su simpatía por el uribismo. Esta situación se produce en un momento en que el país atraviesa una tensa situación política, con manifestaciones y protestas que llevan meses exigiendo reformas estructurales y el fin de la violencia y la corrupción.
Petro ha señalado que los sectores comprometidos con la impunidad temen que se avance en la justicia de paz y se revele la realidad de la guerra civil colombiana. En este sentido, la declaración del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la Justicia Especial de Paz, en la que relata la participación conjunta de altos mandos militares en operaciones paramilitares, ha sido un detonante para esta situación.
En este contexto, Petro ha expresado su preocupación por el peligro que conlleva alcanzar la paz y acabar con la impunidad, ya que estos sectores están dispuestos a cualquier cosa para evitar que se revele la verdad sobre los conflictos del país.
La advertencia de Petro es un llamado de atención sobre la importancia de defender la democracia y el Estado de derecho, y de no permitir que intereses particulares se impongan sobre el bienestar general de la sociedad. La lucha contra la corrupción y la impunidad es fundamental para avanzar hacia un futuro de paz y prosperidad, y es responsabilidad de todos los ciudadanos trabajar juntos para lograrlo.
Es importante destacar que, aunque Petro ha sido objeto de críticas y ataques por parte de algunos sectores, también cuenta con una amplia base de apoyo entre la población colombiana que lo ha visto como un defensor de los derechos humanos y un promotor del cambio social. La situación política en Colombia es compleja y requiere de un compromiso real de todas las partes para lograr una solución pacífica y sostenible.