La recta final de Grand Prix fue una realidad durante la noche del lunes, donde los pueblos de Olvera (Cádiz) y Tauste (Zaragoza) se enfrentaron para conseguir un hueco en la gran final del verano.
El inicio del programa no pudo ser más increíble. «Cristinini tiene sus tarjetas, como siempre», daba paso Ramón García a su compañera. «Me las tiene que traer Wilbur, pero llega tarde. Le he llamado, y se oía mucho ruido«, explicaba la copresentadora.
Acto seguido, se vio una imagen del acróbata dentro de una avioneta, listo para saltar en paracaídas en solitario. «¿Pero qué estás haciendo?», se sorprendía Ramón. «¡Que voy para allá!», dijo antes de saltar.
Con la magia de la postproducción, Wilbur acabó cayendo de un planchazo dentro del plató. «¡Qué tortazo te has dado!», decía con énfasis el presentador. «¡Se ha tirado en paracaídas!», recalcó.
«En dos palabras: im-presionante«, utilizó Cristinini la mítica frase de Jesulín de Ubrique. «Esto es digno de una semifinal», cerró así el inicio del programa García.