A lo largo de la historia, diversas dictaduras han recurrido a la desaparición forzada de personas como una estrategia para silenciar opositores, generar miedo y mantener el control político.
La misteriosa desaparición de Sofía María Sahugún Ortiz en el aeropuerto de Maiquetía es una representación de uno de esos casos. Desde hace al menos 50 días, ni sus familiares ni abogados han podido conocer su paradero. Tampoco han sido notificados de su posible arresto por parte del Estado venezolano.
Lo último que supieron los familiares de Sofía Sahagún sobre su paradero fue cuando ella había cruzado inmigración en el aeropuerto de Maiquetía, próxima a abordar un avión que la llevaría a visitar a su madre en Madrid, España. Sin embargo, Sofía nunca abordó ese vuelo. Por el contrario, desde ese 23 de octubre, su paradero es un completo misterio.
“Estamos convencidos de que Sofía desapareció en el aeropuerto. Todo estaba en orden, llegó a tiempo, realizó el chequeo migratorio y, de repente, se esfumó”, dijo la familia en conversación con El Nacional. Aseguran que han agotado todos los recursos disponibles, incluyendo búsquedas en hospitales, comisarías y morgues, pero no han encontrado ninguna pista que los lleve a su ubicación.
¿Qué se sabe de la desaparición de Sofía Sahagún?
Según los familiares, Sahagún llegó puntualmente al aeropuerto y realizó los trámites de migración sin problemas. Pero la última conexión que tuvieron con ella fue la noche de ese 23 de octubre. Su teléfono móvil permanece apagado desde entonces. «Es como si se la hubiera tragado la tierra», expresó un familiar, visiblemente afectado. “Estamos desesperados. No sabemos si está viva, retenida, si ha sido golpeada».
El caso ha tomado un matiz inquietante tras conocerse que un familiar cercano confirmó que la familia Sahagún es amiga de muchos años de María Corina Machado. Los familiares temen que este lazo pueda haber convertido a Sofía Sahagún en un blanco de represalias políticas.
“¿Acaso es un delito tener vínculos familiares con personas que luchan por la libertad y los derechos en Venezuela?”, cuestionó con indignación el familiar, quien pidió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad.
Los psicólogos describen la desaparición de un familiar como un «duelo ambiguo», una situación en la que no se puede confirmar la muerte ni la vida de la persona desaparecida. Esto genera un estado de incertidumbre constante que dificulta el proceso normal de duelo.
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