Los investigadores de la UAB han observado que al utilizar estas bolsitas para preparar una infusión se liberan enormes cantidades de partículas de tamaño nanométrico y estructuras nanofilamentosas, lo que supone una importante fuente de exposición a MNPL.
Las bolsitas de té utilizadas para la investigación estaban fabricadas con los polímeros nailon-6, polipropileno y celulosa. El estudio muestra que, en la elaboración de una infusión, el polipropileno libera aproximadamente 1.200 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 136,7 nanómetros; la celulosa libera unos 135 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 244 nanómetros, mientras que el nailon-6 libera 8,18 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 138,4 nanómetros.
«Es fundamental desarrollar métodos de prueba estandarizados para evaluar la contaminación por MNPL liberados por los materiales plásticos en contacto con los alimentos y formular políticas reguladoras para mitigar y minimizar esta contaminación de manera efectiva. A medida que el uso de plástico en los envases de alimentos continúa aumentando, es vital abordar la contaminación por MNPL para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública», añaden los investigadores.