Por ello, los fiscales habían expresado que no les quedaba más remedio que detenerlo.
GETTY IMAGES | Más de mil agentes participaron en el operativo que terminó con el arresto de Yoon, informó la prensa surcoreana
Tras consumarse la detención este miércoles, se hizo pública una declaración en video del político, de 64 años, en la que aseguró que aceptó comparecer ante la Oficina de Investigación de la Corrupción (CIO, por sus siglas en inglés), a pesar de que considera que se está llevando a cabo una «investigación ilegal» en su contra.
En la grabación, de 3 minutos de duración, el mandatario afirmó que lo hace para evitar «cualquier desagradable derramamiento de sangre».
Se espera que Yoon permanezca detenido en una prisión ubicada en Uiwang, provincia de Gyeonggi, aproximadamente a 5 kilómetros de la oficina del CIO.
GETTY IMAGES | Yoon Suk-yeol es el primer presidente de Corea del Sur en ser arrestado durante su mandato
Reacciones encontradas
La captura del mandatario provocó reacciones encontradas.
El Partido del Poder Popular de Yoon calificó su arresto de «ilegal», y el líder parlamentario de la formación oficialista, Kweon Seong-dong, calificó los hechos del miércoles de «lamentables».
En contraposición, el líder del opositor Partido Democrático, Park Chan-dae, consideró que el arresto de Yoon mostraba que «la justicia en Corea del Sur está viva».
Asimismo, dijo que la detención del suspendido presidente «es el primer paso hacia la restauración del orden constitucional, la democracia y el estado de derecho».
Pero mientras el destino de Yoon termina de decidirse, Corea del Sur está siendo dirigido actualmente por el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, quien ejerce como presidente en funciones.
El mandatario interino llegó al poder después de que el primer presidente provisional, Han Duck-soo, también fuera destituido por el Parlamento de mayoría opositora.
REUTERS | Partidarios y detractores de Yoon a las afueras de su residencia este miércoles
Quién es Yoon y por qué lo arrestaron
Yoon, un fiscal estrella convertido en político, llegó al poder en 2022 tras ganar popularidad entre los votantes conservadores gracias a una plataforma antifeminista y una postura de línea dura respecto a Corea del Norte.
Pero tras acceder a la presidencia, se vio envuelto en escándalos personales y enfrentó a una oposición cada vez más poderosa.
Mientras se acumulaban sus problemas políticos, Yoon declaró brevemente la ley marcial el 3 de diciembre, con lo cual sumió a Corea del Sur, un país con una democracia estable desde hace 40 años, en el caos político.
Su apuesta resultó ser un fracaso, que desembocó en su destitución por parte del Parlamento e investigaciones penales.
Desde que fuera despojado de sus poderes, Yoon se ha resistido a los intentos arrestarlo, lo que ha sumido al país en una mayor agitación política.
Aunque está suspendido, Yoon permanecerá en el cargo hasta que la Corte Constitucional de Corea del Sur confirme su destitución.
Cuando Yoon hizo su breve declaración de ley marcial en diciembre, citó amenazas de «fuerzas antiestatales» y de Corea del Norte para justificar medida.
Pero pronto quedó claro que su decisión no había sido impulsada por amenazas externas, sino por sus propios problemas políticos internos.
REUTERS | Se han vivido escenas caóticas fuera de la residencia presidencial en los últimos días
Según destaca desde Seúl la periodista de la BBC Rachel Lee, las escenas que se vivieron este miércoles en el exterior de la residencia presidencial, reflejan la polarización cada vez más profunda que hay en Corea del Sur.
Mientras los oponentes de Yoon aplaudieron su detención, sus partidarios prometieron continuar su lucha, insistiendo en que el arresto marcó sólo el comienzo de una batalla prolongada, señaló Lee.
¿Por qué fue tan complicado arrestarlo?
Pese a que Yoon ha sido despojado de sus poderes presidenciales, todavía tiene derecho a conservar su equipo de seguridad.
Y los hombres que lo integran desempeñaron un papel clave a la hora de bloquear su arresto, en particular la primera vez que se intentó.
Algunos expertos creen que los agentes del servicio de seguridad presidencial (SSP, por sus siglas en inglés) podrían haber actuado por lealtad a Yoon, más que a la oficina presidencial en sí.
Señalan el hecho de que el jefe del SSP, Park Jong-joon, fue designado por el propio Yoon para el puesto en septiembre.
«Podría ser que Yoon haya llenado la organización de personas leales de línea dura precisamente en preparación para esta eventualidad», indicó a la BBC hace unos días el abogado y experto en asuntos coreanos Christopher Jumin Lee.
Además, el predecesor de Park al frente del servicio de seguridad fue el ex ministro de Defensa Kim Yong-hyun, a quien acusan de aconsejar a Yoon que impusiera la ley marcial.
Park fue detenido para ser interrogado como parte de la investigación criminal en contra de Yoon.